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Fox no supo enfrentar los problemas de la clase trabajadora

El decrecimiento en el salario de los trabajadores, la casi nula creación de empleos y la intervención en la vida sindical a favor de la clase empresarial podrían pesar el próximo 2 de julio.
El crecimiento económico de siete por ciento que Vicente Fox Quesada prometió para México como candidato presidencial del PAN, le hizo especular y prometer aún más logros en cuanto a la creación de un millón 300 mil empleos por año, lo cual, a menos de seis meses de que concluya su gobierno, no sólo no se cumplió, sino que la pérdida en el poder adquisitivo de los trabajadores es similar a la registrada en el sexenio de Ernesto Zedillo. El decrecimiento en el salario de los trabajadores, la casi nula creación de empleos y la intervención en la vida sindical a favor de la clase empresarial podrían pesar en la decisión que harán los trabajadores el próximo 2 de julio.
Según los datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), dependencias del gobierno federal, la población ocupada del país llegó a su máximo histórico al alcanzar 42 millones 89 mil 401 personas, de los cuales según el registro de trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sólo doce millones cuenta con seguridad laboral.
De acuerdo con el investigador en materia laboral y director en Michoacán de la Escuela Nacional de Trabajadores (Enat), Raúl Jiménez Lescas, para hacer un balance de la gestión de Vicente Fox en materia laboral es necesario tomar en cuenta lo que el propio gobierno se planteó como expectativa en esta materia.
Creación de empleos y seguridad laboral
Jiménez Lescas indicó que con base en la cifra de los más de 42 millones de trabajadores que hoy tiene el país, se desprende que la creación de empleos por año durante este sexenio fue de 717 mil 759 en promedio, aclarando que no se trata de empleos creados por el gobierno foxista, sino al aumento de empleos informales que la población tuvo que crear a consecuencia del estancamiento registrado en materia laboral en el país.
Asimismo, como dato importante señaló que de la cifra total de la población ocupada, 14.9 millones pertenece al sector femenil. «Se trata de una cifra sin precedentes en la ocupación femenina, quiere decir que millones de hogares ya cuentan con los ingresos de la madre».
Parte importante del por qué del crecimiento en esta cifra es la necesidad que han enfrentado millones de madres de familia, quienes producto de la creciente migración de mexicanos a Estados Unidos por falta de empleo, han tenido que asumir el rol de proveedoras de los recursos para mantener a sus hijos.
Pero regresando a los trabajadores en este país, el investigador recordó que de los 42 millones de trabajadores, 26 millones 468 mil 281 no cuentan con seguridad laboral. «Eso significa que 63 por ciento de la población ocupada trabaja sin las prestaciones que marca la ley».
«Esto también quiere decir que la gente creó sus propios empleos en un porcentaje muy alto, que entró a trabajar en condiciones muy precarias», agregó.
En este sentido, el director estatal de la ENAT consideró que estas cifras muestran la primer deuda que deja el gobierno foxista con la clase obrera del país, que no se arrastra desde sexenios anteriores y que Fox Quesada no logra revertir: «Los trabajadores no están a tono con las condiciones que marcó la Constitución de 1917 hace muchas décadas, pero mucho menos acorde con las condiciones que exige hoy la Organización Internacional del Trabajo, la OIT».
Cabe recordar que México es uno de los 160 países que forman parte de este organismo, el mismo que como principal bandera marca el derecho al «trabajo decente», que marca que el trabajador debe contar con seguridad social, que no sea discriminado y que se tenga derecho a un salario digno.
Decrecimiento salarial
Al explicar que la falta de seguridad laboral es sólo el primer problema que deja la presente administración, la pérdida del poder adquisitivo del salario del trabajador mexicano es en su consideración, el segundo gran problema.
«De esos 42 millones de trabajadores que hay en México, los que ganan menos de un salario mínimo son 6.5 millones, mientras que los que ganan de 44 a 88 pesos diarios son 9.5 millones y los que ganan tres veces el salario mínimo, son ocho millones 941 mil personas».
En suma, 59.5 por ciento del total de los trabajadores mexicanos ganan menos de tres salarios mínimos, siendo un total de 25 millones 18 mil 421 empleados. «Más de la mitad de los trabajadores del país no pueden comprar ni siquiera una canasta básica», abundó.
Apoyado en las cifras de la Encuesta Nacional del Empleo, INEGI, IMSS y de la STPS, Raúl Jiménez agregó que las cifras son bastante aproximadas a la realidad y que en el caso de los trabajadores que ganan entre cuatro a diez salarios mínimos, existen muchos que tienen ingresos múltiples.
«El segundo gran problema que deja el sexenio rezagado como deuda social, es que no se logró recuperar el poder de compra de los salarios, que según todos los investigadores como los de la Universidad Obrera o de la Facultad de Economía de la UNAM, arrastra 70 por ciento de caída desde 1976, en donde se alcanzó el salario más alto en la historia».
Esta tendencia de decrecimiento salarial, fomentada desde la aplicación de las políticas neoliberales, fue aligerada en el sexenio de Ernesto Zedillo que ha sido continuado por el gobierno de Vicente Fox, en donde lo que se hizo como paliativo fue el control de la inflación.
«Zedillo lo que logró fue el control de la recesión del 95, con el plan que se llamó Rescate Bancario o Fobaproa, con el préstamo que nos hizo Estados Unidos de 50 mil millones de dólares», añadió.
El proyecto de Vicente Fox como presidente de la República era continuar con el crecimiento de siete por ciento que habría logrado Zedillo, sin embargo, ante la estrecha dependencia de la economía mexicana con la estadounidense y al no tener Fox más proyecto de desarrollo para el país que esta relación con el vecino norteamericano, la desaceleración económica de Estados Unidos que comenzó en diciembre del 2001, los resultados para México en cuanto a su crecimiento económico en este sexenio, fueron de cero por ciento.
«Cuando el gringo estornuda al mexicano le da pulmonía», ironizó el investigador. «La recesión es un ciclo industrial, en la que viene creciendo la economía que de repente se satura de productos y entonces empieza a caer», explicó.
El problema de planeación de Fox, para Jiménez Lescas, no fue sólo la recesión económica estadounidense, sino el haber perdido el piso al haber ganado las elecciones presidenciales. -¿Podemos medir en México cuándo viene una crisis en la producción en Estados Unidos? «Sí, el problema fue que Fox no lo previó porque estaba en la luna de miel con México, cuando el país le había dado su voto; la recesión había comenzado en octubre y cuando después de tres meses consecutivos baja la producción, se le llama recesión».
La conflictiva paz laboral
Como tercer y último punto en el balance laboral, Jiménez Lescas se refiere a la «conflictividad laboral». «Hay muchísimos conflictos laborales en el país pero son sordos. Si sumamos todos los conflictos laborales, individuales y colectivos podemos hablar de que este sexenio ha mantenido una paz laboral muy conflictiva», consideró.
Tomando en cuenta que desde 1996 al 2006, oficialmente se tienen registradas en la Procuraduría Federal de Defensa del Trabajo (Profedet) 707 mil 605 casos de conflictos obrero-patronales, 447 mil 775 pertenecen al periodo del 2001 a la fecha.
A partir de la recesión en el 2001, los conflictos laborales que se dan de manera individual entre el obrero y el patrón se dispararon casi al doble, llegando a la cantidad de 93 mil 685 tan sólo en el 2001, manteniéndose la cantidad de conflictos laborales por año entre los 80 mil y 81 mil por año, hasta el 2005 en que la cifra vuelve a crecer hasta los 88 mil problemas obrero-patronales registrados en el 2005, mientras que en los tres primeros meses de este año se han presentado 19 mil conflictos más.
Sobre los conflictos colectivos sindicales, la gestión foxista ha enfrentado tres mil 17 conflictos, de los cuales mil 338 estallaron en huelga y mil 679 se resolvieron sin la necesidad de paros laborales.
La postura sindical
Para el representante del dirigente nacional del segundo sindicato más grande del país, el de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Enrique Betanzos Hernández, Vicente Fox Quesada es «un hombre bien intencionado» pero que no tuvo la capacidad de enfrentar favorablemente los problemas de la clase trabajadora del país.
En entrevista Betanzos Hernández, presidente nacional del Comité de Vigilancia de la CROC y dirigente estatal de este sindicato en Guanajuato, aseguró conocer bien al presidente Fox, «desde mucho tiempo antes de que se dedicara a la política», dijo.
«Así de sencillo muy rápido, iba ha haber un millón de empleos por año, prometido por Acción Nacional y por el señor Fox al entrar, íbamos a crecer a siete por ciento en lo económico y ahí está la prueba en que nada se ha cumplido», respondió al pedirle un balance en materia laboral de la administración foxista.
Para el dirigente, la intervención del gobierno federal del PAN en la vida sindical ha llevado a los sindicatos, en general, a unirse en un frente en contra de la corriente política que actualmente mantiene el control del gobierno federal mexicano.
Por otra parte, las dirigencias de ambas corrientes sindicales del magisterio educativo en Michoacán, que presumen ser el sindicato de trabajadores más grande de América Latina, agrupando a más de un millón y medio de trabajadores en México, calificaron como «denigrante» y «demeritado» el lugar que han ocupado los trabajadores del país dentro de las prioridades del actual gobierno.
Para el dirigente de la corriente democrática magisterial, Artemio Ortiz, también líder de la Asociación de Trabajadores del Estado de Michoacán (ATEM), que agrupa a 27 sindicatos, el poder adquisitivo de los maestros en este sexenio se ha reducido, dijo, en 20 por ciento.
«Fox ha gobernado para la clase empresaria, no para los trabajadores del país y no tiene intención de cambiar, porque además ya no tiene tiempo», añadió.
Según opinó, Artemio Ortiz, la corriente del proyecto neoliberal que continuó Vicente Fox y que pretende continuar el PAN con su candidato presidencial, hace de la educación un «un proceso de desarrollo de capacidades manuales en lugar de ser un proceso de desarrollo de capacidades intelectuales», que pretenden preparar a los mexicanos para un mercado laboral, que además de limitar el conocimiento ha demostrado a lo largo de los años que no será capaz de proporcionar los suficientes empleos que necesita el país.
«La actualización docente que pretendió hacer el gobierno federal, sólo dio la opción de seguir el modelo económico que se ha planteado desde la ultraderecha».
Por su parte, el vocero oficial de la corriente magisterial institucional, Juan Luis Chávez puntualizó que el principal déficit que dejó este sexenio para los trabajadores de la educación, fue la casi nula creación de plazas para este sector.
«Incluso el déficit en cuanto a los trabajadores de apoyo de la educación es del 60 por ciento y, esto se debe a la política de ahorro en servicios no prioritarios que implementó el gobierno de Vicente Fox», consideró.
«El modelo neoliberal del PAN, fue sólo una continuidad del modelo que aplicó el PRI», en este sentido y ligado el desarrollo económico del país al desarrollo educativo, señaló que no hubo posibilidad de que los maestros fueran actualizados, al no haberse creado las instituciones de investigación correspondientes.
Cambio de Michoacán

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