Empleo en México

Jimena Ortiz Vargas, madre de dos hijos, era afanadora en el Ayuntamiento de Guanajuato, donde ganaba 1,200 pesos a la quincena. Hoy, es obrera de la construcción y gana 400 pesos más, aunque su jornada es más cargada que la del hombre.“Cuando me enteré de esta opción no le di importancia, pero después supe que les pagaban 800 pesos a la semana, así que tras platicarlo con mi esposo, decidí venir a solicitar trabajo y me quedé” señala la joven de 28 años en entrevista con Notimex.A pesar de que nunca pensó trabajar como chalán en una construcción, Jimena Ortiz asegura estar feliz porque ahora “me va alcanzar con el dinero para comprar uniformes y útiles escolares de mis hijos para el siguiente ciclo escolar”.Jimena es una de 11 mujeres, quienes sin estudios y con una familia de escasos recursos, aceptó una oferta de empleo en una constructora, donde trabaja junto a los hombres, con palas, remojando ladrillos, realizando la mezcla y cargando bultos de cemento.Del grupo, originario de la ciudad de Guanajuato, sólo una, Leticia Guerrero, es albañil.Las demás participan como peones y chalanes en las labores de construcción del nuevo recinto oficial de la Procuraduría General de Justicia del Estado, un proyecto con una inversión superior a los 11 millones de pesos.Leticia, conocida como “la jefa del escuadrón”, relata que decidió probar suerte en el mismo proyecto de construcción —donde la primera fémina fue contratada hace seis meses— porque en sus otros trabajos no ganaba lo suficiente.“En mi anterior empleo me pagaban muy poco; me atreví a pedir una oportunidad a la constructora y me recibieron muy bien; estaba dispuesta a entrarle a todo, cargar material, sacar escombro, barrer, yo quería conseguir trabajo y en éste me tratan muy bien”, señala la albañil.Cuando llegó, se sorprendió al encontrarse con otras mujeres, pero así le fue menos difícil solicitar un espacio. “Las tareas son similares a las del hombre”, añade Leticia, según Notimex.
Diario de Yucatán